Epifanía

Bueno, no sé muy bien cómo comenzar esta entrada dadas las poderosas sensaciones que vienen a mi cabeza ahora mismo. Navidad ha sido siempre sinónimo de fiestas y luces, de regalos, de reencuentros, champan y risas, pero este año no son exactamente estas palabras las que para mí evoca esta entrañable palabra. Este año Navidad se ha convertido en valorar, en recogimiento, y sobre todo: en agradecimiento. En un 2020 tan oscuro, en el que nos hemos visto al borde del abismo tantas veces, cómo adquiere la palabra Navidad su significado de Epifanía. Qué menos que darnos cuenta de lo que es realmente importante, de dar las gracias por llegar a estas fechas con el calor de los nuestros, pero a la vez con la tristeza por todos aquellos que no estarán. Me aferro estos días a la espiritualidad, a la imperiosa necesidad de vivir y valorar cada momento, en silencio, dando gracias siempre por el regalo concedido.

Aun con el alarido de las ambulancias recorriendo las calles y golpeando mi ventana cada día, aun con el tacto constante de la mascarilla y el temor a salir a la calle, incluso así, la esperanza se abre paso en mi corazón, veremos muy pronto la luz al final de este negro túnel, la ciencia ha trabajado muy duro para que así sea. Esperemos y confiemos en que para el año que viene recuperaremos la tranquilidad de la normalidad y la libertad que, de forma tan asombrosa, hemos perdido. 

Disfrutad de las fiestas con prudencia, tomad conciencia y dad gracias por todo lo dado. 

Feliz Navidad 2020.