La Blogosfera
Bloggers, enlaces, comentarios,
fotos, mensajes, seguidores, reseñas… todo forma parte de un mundo cibernético
e interconectado al que se le conoce como: la Blogosfera.
Cuando publiqué DESDE EL TRAGALUZ, me encontré con la necesidad imperiosa de entrar en ese mundo de
interconexiones en la red y que parecía ser vital para dar a conocer una obra y
llegar a los posibles lectores.
Abrí un perfil en facebook, una
cuenta en twitter y me aventuré a crear este blog de vivencias, con el objetivo
de haceros llegar mis reflexiones y experiencias como escritora novel, y mis
incansables intentos para dar a conocer mi trabajo.
Al principio me resultó una
verdadera locura. Estoy acostumbrada a utilizar internet por mi trabajo, pero
en lo que respectaba a ese mundo tan fascinante de los blogs, si os soy
sincera, era para mí como un gran bosque lleno de enredaderas en las que me vi, además de perdida, muy liada.
Poco a poco fui entendiendo cómo
funcionaban las cosas y supe que para dar a conocer una novela es necesario
conseguir reseñas a las que los lectores puedan acudir para forjarse una idea
de lo que va tu libro, de cómo está escrito, y quizás lo más importante: la
opinión subjetiva del blogger que hace la reseña, y que al parecer la mayoría
de las veces, suele ser la sentencia que acatan muchos lectores.
Ante esta perspectiva… ¿qué se
puede hacer si el veredicto de tu obra depende de la opinión personal de otro
lector al que puede que no le guste? Y si es así, ¿será posible que influya
tanto en la decisión de sus seguidores a la hora de leer tu novela o no? Pues,
aunque parezca mentira: así es.
Os voy a contar qué fue lo que
hice yo siendo una autora novel, desconocida, autopublicada y sin contactos en
este mundo tan peculiar de la blogosfera.
Para empezar, busqué blogs
literarios que reseñaran novelas del mismo género que la mía, me preocupé por
saber si al blogger le interesaba el suspense, si le gustaban las novelas de
acción, sus gustos, y todo con el fin de hacerle atractiva leer “Desde el
tragaluz”. Cuando reuní esa información e hice una lista, me acerqué a ellos
con el mismo tino con el que lo hice con una editorial. Algunos me
escribieron negándose cordialmente a reseñar mi novela por exceso de trabajo, otros
porque sólo leían en formato papel y otros simplemente ni me contestaron.
También tuve casos de blogs que se comprometieron gustosamente a reseñar la
obra, y a los que, tras enviar mi novela con la promesa de la reseña, jamás volvieron
a contactar. Hubo también aquél que la reseñó y no fue tan positivo en su veredicto
como me esperaba, y a pesar de una buena conexión por email, luego dio como
resultado una reseña mediocre o incluso con algún que otro matiz dañino y que
jamás entenderé el porqué. Pero también di con gente maravillosa, realmente
gente de rigor, comprometidos con la literatura y con los autores, sean
noveles, independientes o no, y que le ofrecieron a mi trabajo la posibilidad de darse a
conocer con reseñas positivas en las que se resaltaban sus puntos fuertes y se
valoraba realmente el trabajo. Pero además de todo esto, también me encontré con
sorpresas muy agradables, con preciosas reseñas de bloggers que, por alguna
carambola del ciberespacio, se toparon con DESDE EL TRAGALUZ, la compraron, la
leyeron y la reseñaron en sus blogs de forma espontánea, simplemente porque les
gustó mucho y consideraron que merecía tener una oportunidad y un espacio en
sus blogs.
Por todo esto, tan sólo os puedo
decir que ánimo con los blogs, que no os sintáis mal si a veces sois ignorados o si lo que obtenéis es alguna
reseña negativa o una baja puntuación, no pasa nada, los bloggers son sólo
lectores que dan su opinión personal y nada más, sus seguidores los tomarán en
cuenta en un setenta por ciento, es verdad, pero quedará aún un treinta que
seguirá su propio instinto y decidirá si una historia merece la pena ser leída
o no de acuerdo a sus gustos y a las
sensaciones que le transmita la sinopsis (y en el caso de Amazon) los
capítulos de muestra. Además, si vuestro trabajo está bien hecho, si habéis
respetado al lector y si os habéis acercado con consideración a los bloggers, y
aún así, el resultado no es el esperado, pensad que son sólo piedras en el
camino y que seguro que daréis con aquél que apreciará vuestro trabajo y lo
valorará como se merece. Además, como escritores que somos, hemos de saber
aguantar bien las críticas, aunque a veces… ¡uf! resulten puñales directos al
corazón y cueste mucho ver lo bueno en ellas.
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